Aníbal García: "En la pubertad mi rebelión era el folclore"

jueves, 6 de marzo de 2014

Entrevista a Aníbal García Llarena, incansable trabajador por la música y el baile tradicional canario

Aníbal García Llarena, en una grabación. Fuente: el autor
A pesar de su juventud, Aníbal García Llarena ya lleva algunos años tras sus espaldas en el rescate de los bailes y la música más tradicional. Incansable trabajador en su difusión. En esta entrevista, hablamos con él sobre su prematuro interés por los bailes y los instrumentos de percusión, de la situación actual del folclore y de sus proyectos en los que se ha embarcado.


PREGUNTA: Cuéntanos un poco, ¿cómo y cuándo surge esa afición por el folclore de tambor?
RESPUESTA: La vocación de folclore la tuve toda la vida, desde los 4 años. A esa edad empecé en un grupo de folclore de cuerda en Taco que se llama La Bincheny, que viene de la Sección Femenina, que era un grupo bastante reconocido en la isla de Tenerife. Empezaron a dar clases en dos colegios de Taco, entre ellos el mío. Desde los 4 años a los 14 estuve dando clases con ellos. Me perdía los recreos, en las horas de tutoría salía también a bailar e incluso por la tarde también acudíamos a ensayar. La verdad no recuerdo muy bien cómo aprendí a bailar ciertos bailes porque era bastante joven. Con 14 años empecé a buscar otros grupos, en Tenerife, de folclore de cuerda. Sin embargo a mí me había llamado la atención desde siempre el folclore de tambor, pero era más difícil verlo. Yo tenía la referencia de los gomeros que viven en Taco que en todas las romerías salían. Aprendí mucho de ellos. A esa edad también empecé a investigar por mi cuenta y a darme cuenta que esa era mi pasión.

P: En esa época de los 4 a los 14 años, ¿el folclore era una forma de evadirte de los estudios o ya era una afición?
R: Me llamaba mucho la atención, pero no solo a mí, también a los demás niños de mi clase que no somos pocos los que seguimos en el folclore. Me acuerdo de llevar los bocadillos en el bolsillo, que nos comíamos mientras ensayábamos. Con la música no echábamos en falta el recreo, aunque los ensayos no eran todos los días tampoco. También bailábamos en las clases de tutoría. Es posible que me hubiera gustado incluso si me hubieran quitado horas de clase…

P: ¿Qué ha sido del grupo que daba clases en el colegio de Taco? ¿Ha seguido actualmente?
R: El grupo se llama La Bincheny de Taco. A nosotros nos dio clase Tita Parranda, los Parranda son una familia muy conocida en Taco por la defensa de la cultura canaria. De hecho al lado de mi casa vive una parte de la familia y el Día de Canarias suelen hacer una fiesta en su casa. Tita Parranda y Pili fueron las que nos enseñaron. Tita Parranda ya tiene unos 80 años. El grupo nació en la época franquista, en el seno de la Sección Femenina. Se hicieron muchas barbaridades, muchas mezclas con los trajes, con los cantos y con los bailes, pero a pesar de eso en Canarias algunos grupos supieron mantener su esencia como Princesa Guayarmina, Coros y Danzas de Ingenio en Gran Canaria, en Tenerife los Ramos de la Punta, los Rodríguez Millán o la Bincheny. De la época franquista de este grupo yo solo conozco un vídeo que tengo en Super 8.

"El grupo de Tita Parranda nació en la época franquista, en el seno de la Sección Femenina. Se hicieron muchas barbaridades, muchas mezclas con los trajes, con los cantos y con los bailes, pero a pesar de eso en Canarias algunos grupos supieron mantener su esencia"

P: Es decir, tu solo conoces al grupo La Bincheny de oídas y tu labor ya fue buscar más información por tu cuenta, ¿verdad?
R: Sí, con 4 o 5 años ni muy bien sabía de dónde venía el grupo. Después sí se escuchaba mucho y después empecé a investigar, porque al yo aprender de ella quería saber de dónde venía. En este grupo también estaba África Alonso, una famosa cantadora que han dejado un poco de lado las instituciones.

P: ¿No se les ha hecho ningún tipo de homenaje en este tiempo a estas dos mujeres, como se le ha podido reconocer a Valentina?
R: A Tita Parranda menos todavía. En los colegios sí y en las fiestas de Taco. Y África Alonso tiene una plaza en Taco. Se les ha reconocido pero tampoco demasiado.

P: ¿Y qué ha sido de los componentes que compartían ensayos contigo?
R: Somos pocos los que seguimos. Me consta que somos cuatro los que estamos en grupos y hay dos que están en el grupo Los Gomeros de Taco. El resto, desde el Bachillerato, sé de algunos que estaban dando clases, pero somos poquitos ya.

P: Entonces, ¿continuaron siendo correa de transmisión de lo que aprendieron de pequeños?
R: Exacto. No solo se limitaron a seguir en grupo, sino que además se dedicaron a dar clases sobre lo que habían aprendido.

P: Con el homenaje y la gira a Valentina, podemos decir que la cultura de raíz canaria está de moda, por decirlo de alguna manera. Pero, ¿era igual en tus primeros años de aprendizaje?
R: Los primeros años no me acuerdo. Cuando era más grande era me convertí en un friki y compraba cintas de casete.

P: Esas cintas, ¿las grababa alguien o había una distribuidora o algo parecido?
R: No, yo me compré muchas cintas en Discos Manzana y en el Centro de la Cultura Popular Canaria. Y mi padre me regalaba un montón, tenía vinilos de la Agrupación de La Oliva, mi padre es majorero, y siempre aparecía algo de tambor en casi todas las islas.

P: A partir de los 14 años, ¿sentiste que la gente de tu edad se identificaba con este folclore o lo veía una frikada?
R: Una frikada, desde luego y lo siguen viendo. Sin embargo en la pubertad mi rebelión era el folclore. Mis amigos de la plaza hacían otras cosas y yo hacía folclore. Eso para mí era algo revolucionario.

P: Para ti era un medio de liberación…
R: De liberación y porque lo sentía.

P: Ahí tendría mucho que ver tu familia, tu padre, que te iban inculcando la semilla por lo nuestro.
R: Sí desde luego. Me olvidé de decir que mi abuela bailó en La Bincheny, hasta que fue a saludar a unos familiares en la Romería de San Benito y le llamaron la atención. Ella se trabó y no fue más. Siempre está con esa pena. Por mí está viendo cómo hubiera podido seguir. Mis padres estaban en el APA y ellos participaban un montón para llevarnos a algunos sitios o para traer a Tita.

P: Has tenido la suerte de conocer a grandes personajes del folclore canario. Sin embargo creo que tienes una gran relación personal y profesional con Rogelio Botanz, mítico componente de Taller Canario. ¿Cómo fue ese primer contacto con Rogelio?
R: La relación no es laboral porque no hay mucho dinero, pero muy bien. He aprendido un montón con él. Cuando empecé a tocar con Rogelio, yo sabía tocar todo el género de tambor, pero Rogelio como creador me ha enseñado un montón. Es un creador con mucho criterio y mucho respeto. Eso lo valoro mucho, porque cuando estaba en el folclore de cuerda las parrandas intentan imitar el modelo Sabandeños, el modelo coral donde hay 15.000 voces, cambian una nota y ya lo llaman un arreglo. Luego mezclan elementos que no congenian y sin criterio. Con Rogelio no pasa. Siempre suele hacer joyitas, la verdad.

"Cuando empecé a tocar con Rogelio, yo sabía tocar todo el género de tambor, pero Rogelio como creador me ha enseñado un montón. Es un creador con mucho criterio y mucho respeto."


P: Es decir, siempre intenta mantener el estilo purista.
R: Sí, el término purista está bastante corrompido. Pero él lo que hace es crear desde una base y desde un criterio. Purismo no tiene.

P: Por lo tanto intenta mezclar sonidos de Euskal Herría con sonidos canarios, por ejemplo.
R: La etapa de Taller Canario me cogió bastante pequeño, pero sí, hemos tocado y cantado en euskera. También hemos tocado sonidos del Norte de África, pero siempre con gran criterio. Personalmente es muy bueno con los compañeros, además de la puesta en escena. Algún día me gustaría ver a Rogelio en una actuación, porque siempre he estado en el escenario. Pero espero seguir arriba…

P: Por desgracia yo tampoco he podido estar en un concierto de él, pero sí he podido hablar con él y entrevistarlo. La verdad es que es una persona que transmite mucho. Intenta siempre mantener una línea argumental y de respeto a los sonidos tradicionales.
R: Exactamente.

P: Aníbal, tocas casi todos los instrumentos de tambor, también de percusión, las lapas, etc. Se podría decir que en eres casi una institución del folclore. ¿Cómo aprendiste a tocar tan variados instrumentos?
R: Pues con empeño, copiando. Lo que podía copiar in situ lo copiaba. Las lapas las aprendí a tocar con un vídeo del NODO que conseguí, donde salía un graciosero que cogía las lapas y las tocaba. Dura 40 segundos. Esa imagen me impactó, cogí las lapas y empecé a tocarlas. Precisamente mi primer encuentro con Rogelio fue porque me había visto tocando las lapas y otro compañero, Aarón, se lo comentó y un día los vi en La Laguna y me comentaron de trabajar con ellos. El resto de instrumentos, pues eso, copiando. Si hacía algún toque mal me lo corregían y yo lo enmendaba. Y por supuesto, gastándome un montón de dinero en instrumentos.

P: Haz hecho casi un trabajo de campo, recopilando de un sitio y de otro y consiguiendo un conocimiento relativamente amplio.
R: Sí. Lo pude haber hecho mejor, grabando toques y conversaciones, pero por temas económicos no iba a las islas con esas intenciones y aprovechaba viajes de familia para recopilar información. La memoria todavía me funciona y me acuerdo. Romances sí tengo varios, recopilados y transcritos. También algún que otro toque o conversación.

P: Aparte del baile y la música también has escrito algún artículo sobre los romances y otros temas de folclore y etnografía. De todas formas, ¿por qué crees que estos temas no tienen todavía un gran predicamento desde las instituciones?
R: No sabemos si es el pueblo o las instituciones quien no tiene interés, pero lo cierto es que siempre que se contrata algún grupo de chácaras y tambor, el público se queda encantado. Por lo tanto yo creo que deberían reflexionar y pararse a pensar lo que interesa esta música al público. Me refiero sobre todo a Tenerife o Gran Canaria, porque en islas como La Gomera o El Hierro está muy inserto en la sociedad. Yo creo que también tienen que ver elementos políticos.

"No sabemos si es el pueblo o las instituciones quien no tiene interés, pero lo cierto es que siempre que se contrata algún grupo de chácaras y tambor, el público se queda encantado. "


P: Hacías referencia al caso de El Hierro, hace poco en TV Canaria aparecía un documental sobre la Bajada de la Virgen en El Hierro, donde se veía a los chinijos cómo vivían el folclore. Estos ejemplos los podemos ver en El Hierro o La Gomera, pero sin embargo en islas más pobladas, como Gran Canaria, hay cierta escasez de este interés de los niños. Me imagino que también tendrá que ver que no se fomente en las casas, pero ¿crees que si en las escuelas se fomentara más estas costumbres se revertería este panorama?
R: Desde luego, estoy absolutamente convencido. Empezar a enseñar a los niños el folclore de tambor, aunque hay algunos casos en Tenerife, puede hacer que los niños se interesen por nuestras costumbres. Estos temas gustan a los niños, porque lo veo cuando doy clases.

P: Por lo que con la colaboración de las instituciones se puede conseguir este interés.
R: Primero habría que enseñarle a las instituciones lo que hay y luego ya ellos ofrecer estas cosas.

P: ¿Has podido constatar paralelismo en las costumbres de las distintas islas, a pesar de ser un territorio insular y fragmentado?
R: Sí. La lapa y una chácara tienen mucho que ver, los toques de tambor son muy similares y los cantos, como los romances, también se parecen mucho. No se puede hablar abiertamente de un pancanarismo, pero sí se ve. Luego se ven otras cosas como en Tenerife donde el norte está lleno de tajaraste y el sur no, algunos se han encontrado, pero muy pocos.

P: Entonces podríamos hablar de unos toques que se dan en todas las islas.
R: Sí, por ejemplo en los Ranchos de Ánimas en Gran Canaria, el de Arbejales tiene un toque como el gomero. Lo único que el canto es distinto. En cualquier caso no me gusta dejarme llevar, pero con cuidado podemos ver similitudes.

P: Volviendo a la época actual, uno de tantos grupos de rap que existen en Canarias es Atxicatnas, con quiénes has colaborado en la creación de su próximo disco aportando tus conocimientos de folclore, ¿crees que la música tradicional puede llegar a la gente joven a través de músicas como el rap?
R: Desde luego es un medio muy bueno para llegar. Para mí que el rap casi no lo conozco, con Atxicatnas yo creo que se puede llegar, escuchando el tema y escuchando las chácaras detrás. No solo el rap, sino cualquier género, pero haciendo las cosas con cabeza.

P: Hace algunos meses formaste el grupo Tafuriaste, ¿cómo surgió esa idea?
R: Con dos amigos de la Comisión Beñesmer que me llamaron para que les enseñara algún baile. Éramos cuatro personas en el salón y poco a poco se fue sumando gente. Al final me vine nuevamente para el Beñesmer y estuvimos tocando y bailando toda la noche. Empecé a entablar muy buena relación con la gente y a la semana siguiente nos presentamos en el Beñesmer de Guayadeque. A partir de ahí todo fue un boom de gente y yo empecé a venir todos los fines de semana. Además yo quería hacer algo con mis ideas, tras pasar por varios grupos. En Tafuriaste lo encontré. La gente empezó a comprarse instrumentos. Al final hubo tanta cantidad de gente y ya quisimos ponerle un nombre y toda la infraestructura del grupo. La verdad es que estoy muy orgulloso de este grupo.

"Yo quería hacer algo con mis ideas, tras pasar por varios grupos. En Tafuriaste lo encontré"


P: El grupo parte de un colectivo, pero se ha creado algo tan grande como la Comisión Beñesmer, dando clases ahora cada semana o cada dos semanas, ¿no?
R: Sí, a veces me quedo más días y pongo otro ensayo. No todos los fines de semana, pero casi todos. Me ayudan con el pasaje además.

P: Sí porque todo esto es desinteresado.
R: Sí. Como salió de una asociación, pues se ha definido así. Si yo voy a una institución o a algún Ayuntamiento, claramente voy a cobrar, pero por esto todavía no.

P: Digamos que ponen todo de su parte para que sigas viniendo aquí e impartiendo la clase.
R: Exacto. Y el gran acogimiento, que me he quedado en casas de casi todos.

P: Los ensayos suelen ser en el Auditorio Alfredo Krauss y se da algo muy curioso, porque aparte de las personas que están participando de todas las edades, hay mucha gente que se para a mirar, ¿crees que hay interés en este aprendizaje?
R: Montón. Yo no podría contarte las veces que ha venido gente a preguntar. Es mucha la gente que se para y sacan vídeos, que por un lado era un poco la intención.

P: Para un poco darse a conocer y ser vistos.
R: Claro. Y ese sitio es ideal. Si viene alguien interesado, se le va a atender.

P: Entonces es lo que hablábamos antes, la gente tiene mucha curiosidad, pero no se dan los medios para la formación en estas materias. Pero solo ver el interés en la gente, parece una garantía de futuro.
R: Pues sí, la verdad es que parece que se está abriendo la cosa algo con este tipo de música ancestral. Ya deja de tener la connotación arcaica, pero ahí está. Y la pregunta que más se repite cuando ensañamos es cuándo vamos a actuar. Yo siempre digo que estamos abiertos cuando nos quieran llamar.

P: Es decir, están abiertos a actuar cuando los requiera cualquier institución.
R: Por supuesto.

P: Pudimos verles también en el concierto de la gira “En busca de Valentina” que se celebró la noche de Reyes en Santa Ana, con varios grupos y no dejó indiferente a nadie.
R: Desde luego que no. La verdad es que fue una sorpresa. Para mí no fue tanto una sorpresa, pero nunca te deja de sorprender. Nosotros salimos desde atrás en medio y la gente se mostró entusiasmada.

P: El nombre de Tafuriaste, ¿de dónde proviene?
R: Un componente del grupo, el compañero de Sietesitios Rumén Sosa, basándose en sus conocimientos y con el apoyo documental de Ignacio Reyes que lo define en su “Diccionario Ínsulo-amazigh “ como baile de tambor, nos sugirió este nombre y nos pareció perfecto. Se eligió el nombre por consenso.

P: Porque el tajaraste que de este grupo es simplemente con instrumentos de percusión, sin nada de cuerdas.
R: Sí. Queremos seguir con el folclore de tambor.

P: Porque en Tenerife hay algún grupo de tajaraste que sí tiene instrumentos de cuerda, ¿no es así?
R: Sí. Porque enseguida a la gente le gusta tocar otras cosas. La verdad que extraño el folclore de cuerda, porque ahora mismo no estoy en ningún grupo, pero bueno, por el momento nos centraremos en esto y no nos vamos a estancar.

P: A raíz del proyecto EBDV, han salido varias artistas en este proyecto, ¿crees que ha habido un resurgimiento del folclore o crees que es algo anecdótico?
R: No sé qué decirte, la verdad. Desde luego que la televisión no ha ayudado mucho, por lo que creo que será anecdótico. A la gente le gusta pero no creo que sepa a lo que va, sino que le sorprende.

P: Esperemos que este proyecto posibilite mayor apego al folclore canario.
R: Si te refieres al caso del timple en concreto, el timple lo conocemos todos. Lo de Valentina sí es verdad que ha ayudado mucho y ellos han intentado siempre tener algo de tambor.

P: ¿Cuáles son los proyectos de Aníbal a corto-medio plazo?
R: No lo sé (ríe).

P: No sabes a dónde te va a llevar todo esto, ¿verdad?
R: No, la verdad es que me conoce mucha gente y cada vez tengo más contacto con más gente. Pero vamos, sin pretenderlo. Yo lo que quiero es tener un trabajo referente al folclore y con eso es suficiente.

P: De momento no tienes nada concreto, pero estás abierta a cualquier iniciativa, a algo que te propongan…
R: Sí, claramente. Estoy abierto a nuevos proyectos. Y sí, me han comentado alguna cosa, pero ya se irá viendo. Lo que venga, bienvenido sea.

P: Gracias Aníbal por regalarnos un trozo de tu tiempo y mucha suerte en futuros proyectos.
R: Pues muchas gracias.

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