Magos de barrio

jueves, 17 de abril de 2014

 
 

Todo parece indicar que los canarismos ‘mago’ y ‘maúro’ se hunden en los siglos, hasta el punto de que una nebulosa de misterio envuelve sus posibles etimologías, posiblemente amazigh. Hacen referencia a los isleños del ámbito rural y, por extensión, a personas brutas, toscas y analfabetas con un claro carácter peyorativo. Pero estos términos ¿siempre implicaron el cariz despectivo de ‘brutalidad’ asociado a lo rural adjudicado desde los núcleos urbanos del país? Los raperos de Achicatnas tienen su propio concepto del mismo bien diferente.

Sería una irresponsabilidad olvidar que hasta bien avanzado el siglo XX la abrumadora mayoría de la sociedad canaria formaba parte del mundo rural y del sector agropecuario. La economía canaria fue eminentemente agrícola hasta hace tan sólo unas décadas. ¿Deberíamos ser más justos con el concepto de ‘mago’ como elemento clave de nuestra identidad nacional y clase social? Magos es lo que fuimos, al menos la mayor parte de los isleños, pero lo hemos negado, lo hemos marginado como tantos elementos de la cultura e identidad popular canaria. ¿Cuánta identidad como pueblo hemos perdido o se encuentra en extinción debido a que, bajo complejos inculcados, las hemos sentenciados como ‘cosa de magos o maúros’?

 
Con todo, Achicatnas son jóvenes urbanos que proclaman estar orgullosos de ser ‘Magos de barrio’, han decidido no rechazar lo que fueron sus antepasados, asumirlo e integrarlo con estima. Pero Achicatnas no son artistas del común, su apuesta es tan arriesgada como genuina. Su fusión del hip hop underground con el folclore canario más ancestral abre un sendero novedoso, inesperado. Aderezado con letras insumisas y cargadas de memoria. Acercan la crítica social propia de los orígenes del hip hop y de nuestro folclore antes de que fuera domesticado por la Sección Femenina en el oscurantista franquismo ¿No será que el rap precomercial pudo tener más que ver con el folclore popular general de lo que pudiera parecer? Lo fundamental es que todos narran la cotidianidad y sentimientos del pueblo. En definitiva, esta combinación, bautizada como Estilo ‘Kanar’, constituye todo un frente de combate de bases y rimas con sonidos ancestrales. Para hacerse una idea de este sabroso potaje, mezclen influencias tan variopintas como Bob Marley, Public Enemy, Tinariwen, Tego Calderón, Anonimato y Taburiente.

Pero aquí no acaba la lista de irregularidades de estos particulares raperos. Al contrario de ser una gaveta estanca, Achicatnas une, integra bajo el referente de la canariedad popular del siglo XXI. Algo que, por cierto, no viene nada mal en una sociedad como la canaria donde cualquier excusa conviene para levantar muros artificiales entre nosotros: la isla, el municipio, el barrio, generación, tiempo…Conformado por músicos de varias islas no pueden ser identificados con una sola ínsula, ciudad, campo o barrio. Forjando alianzas con la música de raíz, bebiendo de ella para crear desde uno de los géneros más actuales, rompen sin piedad toda frontera del tiempo ¿Será que su mensaje no es temporal?

La propuesta achicatna nos conduce a reflexionar ¿Se puede ser universal siendo magos de barrio? Es evidente que la mera imitación que no ofrezca nada nuevo, tristemente abundante en un país tan extrovertido como el nuestro, nos convierte en una triste fotocopia sin personalidad. El mundo somos todos y Canarias debe tener su lugar pero, no nos engañemos, hay que ganárselo. Tomarlo por nosotros mismos, siendo quienes somos desde la responsabilidad, por muy maga que sea. Su mensaje hay que difundirlo ¿No creen?
 
 
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Sietesitios 2014
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