El estado del hortelano

jueves, 19 de junio de 2014

Foto: Toysacan (toysacan.es)
Lope de Vega publicó en 1618 la comedia "El perro del hortelano". En ella, el criado Teodoro está enamorado de su ama, la condesa de Belflor, Diana. Sin embargo la otra criada Marcela mantiene un amor incondicional hacia Teodoro. Al ser rechazado por la condesa por no tener sangre noble, el criado intenta casarse con Marcela que vive un romance con Fabio, olvidando a Teodoro. Marcela recupera su amor con el criado, pero Tristán, amigo de Teodoro, monta un plan para dotar al secretario de la condesa de sangre noble de manera ficticia. Teodoro vuelve a olvidar a Marcela y se casa con la condesa Diana. Esta historia, llevada al cine por Pilar Miró, usa para el título la expresión popular "es como el perro del hortelano: ni come ni deja comer", para ejemplificar la actitud del secretario de la condesa.

El estado español tiene cierta similitud con Teodoro. Privatiza el 49% de Aena porque alude que los aeropuertos no dan el dinero que deberían dar, pero no parece dispuesto a permitir que la gestión de los aeropuertos canarios la asuma el Gobierno de Canarias, como así ha exigido el ejecutivo canario. Exactamente como el perro del hortelano, que cuida el huerto del dueño, no deja comer a nadie, pero tampoco come él porque es carnívoro. El estado español no es capaz de hacer rentables los aeropuertos según sus propias palabras, privatiza una parte en previsión de privatizar el resto, para agradar a sus amigos, pero no deja que sean otros quienes intenten hacer prevalecer la gestión pública sobre el interés privado. 

En plena coyuntura de crisis, las instalaciones de Aena han atendido a 204.386.371 pasajeros en 2011, 194.230.699 en 2012 y 187.361.347 en 2013, todo ello según datos de la empresa pública. En cuanto a operaciones las cifras oscilan en números parecidos. Eso sí, hay aeropuertos más rentables que otros, sin que la empresa pública española se haya detenido a pensar que por ahí podía estar la supuesta fuga de capitales. Por razones obvias de conectividad, los aeropuertos insulares son más necesarios que los interiores. Y la rentabilidad avala la necesidad. Los aeropuertos de Gran Canaria con 95.483 operaciones en 2013, Tenerife Sur con 55.987, Tenerife Norte con 49.284, Lanzarote con 44.259 y Fuerteventura con 35.498, son fácilmente calificables como muy rentables. Las cifras de La Palma son de 12.891 operaciones, números similares a los aeropuertos de A Coruña y Santander. El Hierro cuenta con 3.898 operaciones y La Gomera con 1.703, superando los dos aeropuertos más pequeños del Archipiélago al de León, por poner un ejemplo. Por ofrecer más datos comparativos, un aeropuerto de una ciudad importante como Valencia tiene operaciones similares a Tenerife Sur. O Bilbao, cuyo aeropuerto tiene menos operaciones que el de Lanzarote. Si nos vamos a la cola, aeropuertos como el de Albacete con 473 operaciones, Logroño con 1.199, Badajoz con 1.414 o Huesca con 1.637, son claramente deficitarios y previsiblemente sustituibles por mejores conexiones por carretera. Luego nos acusarán de subvencionados...

Me dirán lo de siempre: el Gobierno de Canarias ya gestiona la sanidad pública y está como está, o que se obsesionan con el déficit 0 de la administración y lo están aplicando en importantes recortes en políticas sociales. Sí, muy de acuerdo, pero ¿por qué no hacemos la misma lectura con la mala gestión del gobierno estatal? Se está cargando la educación en favor de una educación privada o concertada, indulta fiscalmente a los poderosos mientras ahoga a los trabajadores a impuestos o destina una cantidad de ingente de los presupuestos del estado al gasto militar. ¿Cómo una administración tan irresponsable puede gestionar nada público? Pues lo hace con Aena en un 51%, mientras ha entregado un 49% al interés privado, ¿por qué debemos tener miedo de que nuestras instituciones gestionen nuestro interés público? ¿es preferible que un gobierno que marca la pauta de las tijeras, como el gobierno español, comande nuestro interés público encarnado en este caso en la conectividad que ofrecen los aeropuertos? ¿quizá es que no confiamos en los nuestros y preferimos las directrices marcadas a casi 2.000 kilómetros?

En definitiva, nos jugamos mucho con la gestión de los aeropuertos. Si una empresa privada empieza a hacer prevalecer su interés, podrían generarse problemas serios en la entrada y salida a Canarias, que invariablemente y por razones geográficas, se realiza por aire. Los rentables aeropuertos canarios no requieren de grandes cambios, sino de caminar por la misma vereda que ha conseguido paliar las pérdidas de los aeropuertos mesetarios. Pero ahora sin el lastre de tener que rellenar las malas cifras de esos prescindibles recintos. ¿Dará el paso el Gobierno de Canarias para hacer efectiva la exigencia para gestionar los ocho aeropuertos canarios? ¿Atenderá esta petición por el interés general de los canarios el estado español, cuando ellos no han sido capaces de cubrir las pérdidas de los malos aeropuertos con los que daban dinero? ¿Sucederá como con la petición para hacer una consulta popular por las prospecciones petrolíferas, en la que lo que interesa e incumbe a los canarios es sistemáticamente ignorado? Preguntas para las que posiblemente tengamos respuesta, pero que son necesarias formular por si algún queremos cambiar la dinámica. Mientras, el estado juega a ser el perro del hortelano, a arruinar lo público y a ponerlo en manos de amiguitos, mientras se lo niega al Gobierno de Canarias.
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Sietesitios 2014
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