Más claro agua (II)*

jueves, 29 de mayo de 2014

En la segunda parte de esta serie de reportajes hablaremos de la desalación de agua. Dejamos la historia del agua en Canarias en la aparición de la primera desaladora del Archipiélago en Lanzarote. Actualmente son más de 300 las que existen en toda Canarias, la mayoría de ellas destinadas para consumo humano. Eso sí, la gran parte son de titularidad privada. La desalación de agua se podría ver afectada por la presencia de hidrocarburos en el agua de mar, ya que los sistemas de membrana no están destinados para separar los componentes de menor peso molecular. Estos componentes pueden producir serias patologías.
Desaladora de Telde. R.V.

La escasez histórica de flujos acuíferos en Canarias vivió un punto de inflexión cuando se establecieron los primeros sistemas de desalación de agua de mar, salobre y de embalse. La primera planta de desalación de Canarias y de todo el estado se estableció en Lanzarote en el año 1965, con una producción de 2.500 metros cúbicos al día, que hoy se multiplica por 265. Canarias se establece desde muy temprano como precursora en establecimiento de plantas de desalación. De hecho las nueve desaladoras más antiguas del estado son canarias.

La desalación, una necesidad en Canarias
El número total de potabilizadoras asciende a unas 330 en las siete islas, de las cuales 291 funcionan por ósmosis inversa, 28 por electrodiálisis, 7 por destilación y el resto usa otras tecnologías. El sistema de ósmosis inversa es un sistema de membrana que se basa en filtrar el agua de mar, deja pasar el disolvente, que será el líquido resultante, y desecha las sales. Con ello se obtiene agua dulce. La electrodiálisis se produce mediante corriente eléctrica, que al pasar por la membrana va dejando como resultado agua dulce. Por último la destilación se realiza en varias etapas, en las que el agua de mar se evapora y se condensa en agua dulce. Otros métodos son la congelación, la evaporación relámpago o la formación de hidratos, sistemas poco o nada utilizados en el Archipiélago.

En el año 2000 el 25% del agua que se consumía en Canarias era desalada, en términos numéricos unos 315.000 m3. Ya en 2006 la cifra era de 588.000 m3. Por islas, Lanzarote consume el 99% de agua desalada, Fuerteventura el 86%, Gran Canaria el 52%, El Hierro el 19% y Tenerife el 9%. De las 173 desaladoras de agua de mar, 154 son de agua de abasto, de lo que se deduce la importancia de este tipo de aprovechamiento de agua para la vida diaria en Canarias, sobre todo en las islas orientales. Si hablamos de la titularidad de las plantas desalinizadoras, solo 43 son públicas, mientras 130 son privadas. A colación de la problemática de la titularidad de estas infraestructuras, en repetidas ocasiones se han producido crisis de suministro en la isla de Lanzarote en períodos veraniegos. Ésto sucede porque las plantas privadas suministraban agua a sus recintos de referencia, mientras que las públicas no lograban cubrir las necesidades de la población. En otras ocasiones las averías en las instalaciones imposibilitaron el servicio. Para ello, recientemente se ha inaugurado la potabilizadora Lanzarote V. La siguiente tabla resume los datos de las desaladoras solo de agua de mar, actualizados a fecha de 2006:




Porcentaje agua desalada
Número de desaladoras
Públicas y/o consorcios
Privadas
Abasto
Riego
Lanzarote
99%
78
11
67
77
1
Fuerteventura
86%
42
11
31
41
1
Gran Canaria
52%
38
17
21
23
15
El Hierro
19%
2
2
0
2
0
Tenerife
9%
12
1
11
10
1
La Palma
0%
1
1
0
1
0
La Gomera
0%
0
0
0
0
0
TOTAL

173
43
130
154
18

Elaboración propia. Fuente: FCCA (Fundación Centro Canario del Agua).

También se ha aprovechado el agua de mar para el riego de tierras, sobre todo en Gran Canaria. La isla cuenta con 15 depuradoras destinadas a este menester, mientras Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura tienen una desaladora para tierras agrícolas. Otro sistema que se suele utilizar para el riego de plantaciones es la depuración del agua salobre que se encuentra en algunos lugares del interior de las islas, relativamente cercanos a la costa. Gran Canaria además es precursora en el uso de aguas residuales para uso agrícola. Existen más de 40 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), que aparte de aprovechar el agua residual, aporta nutrientes a los suelos.
Desaladora de Telde. R.V.

Uno de los achaques que suele tener la actividad de desalación de agua es su elevado coste energético. Sin embargo, desde distintos ámbitos se están implementando alternativas para usar energías limpias. En Fuerteventura ya hay un proyecto para generar el 100% del consumo energético de la planta desaladora de Corralejo con un parque eólico, y ya existen algunas instalaciones a modo de prueba piloto de una tecnología que funciona con energía solar fotovoltaica, totalmente autónoma, desarrollado por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC). Es una patente internacional llamada DESSOL, que está probada a modo de prueba piloto con cinco instalaciones de Túnez y Marruecos. En una obra conjunta, investigadores como Roque Calero, José Antonio Carta, Pablo Medina y José Martín, también sugieren la energía eólica como alternativa limpia para la desalación de agua, en su trabajo “Las energías renovables y la desalación de agua de mar, pilares del desarrollo sostenible de Canarias”. A nivel mundial se está abriendo camino la desalación mediante energía solar. Claro que, al igual que la partida para desalación de agua en Canarias se ha visto reducida a un máximo de 4 millones de euros, unos 900.000 euros menos que en 2012, también lo han hecho las subvenciones destinadas al fomento de las energías renovables, llegando a una mengua de 5 millones en dos años. Los recortes estatales evidencian la necesidad de contar con el esfuerzo de las instituciones canarias para modernizar estos sectores que suponen el futuro de las islas.

¿Qué puede condicionar la actividad desaladora?
Los sistemas para la desalación de agua encuentran algunos eventos puntuales que puede provocar problemas en el resultado final del agua dulce. Entre ellos se encuentran los hidrocarburos, la materia orgánica, sustancias tensoactivas como los detergentes, elementos nutrientes y microorganismos aportados por las aguas residuales urbanas, metales pesados, compuestos organohalogenados tales como el metano o el etano o sustancias sólidas. 

Si atendemos a la realidad actual en Canarias, con el paso continuo de barcos petroleros por nuestras aguas y los planes de futuro, con la proyección por parte del gobierno y concedido a Repsol de la extracción de petróleo en las aguas cercanas a Fuerteventura y Lanzarote, los hidrocarburos podrían afectar a la actividad de desalación de agua de mar en el Archipiélago. No solo por el posible derrame, que la misma empresa Repsol lo reconoce como de riesgo medio, sino por la propia actividad extractora. El libro electrónico “Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente” destaca que alrededor del 0,1 al 0,2% de la producción mundial de petróleo acaba vertido al mar. Este porcentaje equivale a casi 3 millones de toneladas que acaban contaminando las aguas cada año, provocando daños en el ecosistema marino y contaminando el agua de mar. De ellas, un 7% procede por funcionamiento de petroleros, un 5% por accidentes y un 2% por explotaciones de petróleo en mar. Una simple limpieza de tanques puede producir un derrame. Ocurrió en Noruega en 1981, donde el derrame del Stylis mató a 30.000 aves marinas. Por lo tanto, el riesgo ya lo corremos con el paso de petroleros por nuestras aguas, pero es una ecuación fácil considerar que las prospecciones elevarían el riesgo.
Desaladora de Telde. R.V.

La contaminación producida por el derrame de petróleo está considerada como uno de los mayores desastres ecológicos, máxime en las regiones donde la única fuente de agua para consumo humano procede de la desalación, según el trabajo realizado por el licenciado en Ciencias del Mar Gregorio Louzara Fernández y el biólogo Manuel Ruiz de la Rosa. Por lo tanto, islas como Fuerteventura o Lanzarote cuyo consumo depende del agua desalada, están muy expuestas a estos riesgos. Para más inri, las prospecciones petrolíferas están previstas a escasos kilómetros de su costa. 

Si nos centramos en la isla de Lanzarote, en caso de un accidental vertido de crudo, los hidrocarburos solubles podrían entrar en los pozos de donde se extrae agua para desalar. Al integrarse estos compuestos con el agua, los sistemas de membrana (principales sistemas de desalación en Canarias) separan los de mayor peso molecular, pero los compuestos de menor peso molecular traspasan las membranas. Entre estos compuestos se encuentran el benceno o el tolueno. 

Pero ¿qué efectos negativos producen estos dos compuestos? El benceno en una cantidad de más de 100 μg/l, puede provocar un riesgo importante de padecer cáncer o leucemia. Se absorbe principalmente por la piel, por lo que la misma ducha con agua desalada contaminada podría provocar estos efectos. El tolueno por su parte, presenta una alta solubilidad en el agua. Sin embargo es menos tóxico que el benceno. Su absorción se produce principalmente por vías respiratorias y ataca sobre todo al sistema nervioso, a través de fatiga, insomnio, etc. 

Si el agua destinada para desalar estuviera contaminada, habría que sacar de servicio la unidad de ósmosis inversa, la más usada en Canarias, e intentar restablecer los valores originales. Pero incluso modificando la maquinaria el agua podría no ser útil, ya que las membranas no están destinadas a separar este tipo de compuestos. 

En definitiva, la actividad petrolífera cerca de las costas canarias podría generar pequeños vertidos e incluso un vertido grande con riesgo calificado como medio, según la empresa Repsol. Estos compuestos de hidrocarburos en el mar podría contaminar el agua, ya que los sistemas de membrana, mayoritarios en el Archipiélago, no están diseñados para separar los compuestos de bajo peso molecular como los bencenos y los toluenos, causantes de enfermedades como el cáncer, la leucemia o los trastornos nerviosos. Las prospecciones además, están proyectadas cerca de las costas de Lanzarote y Fuerteventura, cuyo consumo de agua depende de la desalación en un 99 y un 86% respectivamente. Si se contaminara el agua de mar y no pudiera usarse como agua de abasto porque es perjudicial para la vida, el día a día en las dos islas canarias más orientales se haría bastante difícil, por no decir que imposible. 

La experiencia en el sureste mexicano
Cuando publicamos el artículo de Gela, queríamos proporcionar un ejemplo para el conocimiento de lo que puede pasarle a un territorio tras las extracciones de petróleo. La historia de Gela no tiene que ver necesariamente con la de todos los territorios que han extraído crudo en sus costas, pero sí es un caso significativo e inquietante. En cualquier caso, existen otros territorios afectados por estas actividades, como el sureste de México.

En esta región mexicana el “oro negro” lo explota Pemex, la empresa pública estatal, además de empresas privadas que gestionan las plantas petroquímicas. Los daños potenciales a la salud del agua en esta región, son los hidrocarburos, los metales pesados y los residuos peligrosos. La situación en la zona es de alerta ante la presencia en el agua de benceno, tolueno y xileno, además de otros compuestos que son de menor absorción. La situación se agrava para la población teniendo en cuenta que entre 1999 y 2009 la empresa Pemex tuvo 13.765 fugas y derrames, con lo que hablamos de un promedio diario de 1,33.

* Reportaje de Nelson Vega y Raúl Vega.

Anexo. Galería de fotos de la Desaladora de Telde:
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Más información:

FCCA (-): “El agua en Canarias”, Documentos “Fundación Centro Canario del Agua”. Consultado el 22/05/2014 en: http://www.fcca.es/es/cms/documentos/agua-canarias/.

GEVIC (-): “Métodos de tratamiento de agua”, GEVIC (Gran Enciclopedia Virtual de las Islas Canarias), Consultado el 22/05/2014 en: http://www.gevic.net/info/contenidos/mostrar_contenidos.php?idcat=22&idcap=93&idcon=540.

Ley Nº 1442, 1994/110. BOC (Boletín Oficial de Canarias), Islas Canarias, Gobierno de Canarias, 7 de septiembre de 1994. Disponible en: http://www.gobcan.es/boc/1994/110/008.html.

LOUZARA, G. y RUIZ, M. (2012): “Afección de un vertido de hidrocarburos al proceso de desalación en Lanzarote”, ECOS (Estudios Ambientales y Oceanografía), Consultado el 26/05/2014 en: http://no0ilcanarias.files.wordpress.com/2012/09/afeccic3b3n-hc-desalacic3b3n.pdf.
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Sietesitios 2014
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